El pulso ofrecido por Alemania, que durante semanas ha bloqueado un acuerdo ya cerrado para poner en marcha la prohibición de vender vehículos de combustión en la Unión Europea a partir de 2035, supone un revés importante para la agenda verde europea y la unidad de acción del bloque. El paquete legislativo afectado es una de las piezas clave para lograr el ambicioso plan de convertir a la UE en la primera región del mundo neutral en materia de emisiones. Los intentos de desbloquear el expediente en la última cumbre europea, celebrada los días 23 y 24 de marzo, fueron en vano. Un día después, sin embargo, Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, anunciaba “un acuerdo” con Berlín que incluye excepciones a los automóviles que usan combustibles sintéticos.
Parece una contradicción que el principal país donde los verdes están en el gobierno se haya convertido también en el gran…