Los planes de Washington y Bruselas para erosionar la maquinaria energética rusa y reducir la dependencia del invasor están dando resultados. En el primer aniversario del plan REPowerEU, concebido por el equipo de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para cortar con el gas ruso, el consumo se ha reducido en un 75%. “El chantaje energético ha fracasado”, ha dicho un portavoz recientemente en la capital de la UE.
Los ingresos que el Kremlin obtiene de su maquinaria energética han caído un 40% y solo cubren ahora un 23% del presupuesto ruso frente al 30-35% anterior a la guerra. En todo caso, Rusia continúa con sus planes militares en Ucrania, aparentemente ajenos a esta rebaja. Ello se debe a que Moscú mantiene la cabeza a flote gracias al oxígeno que percibe de otros socios comerciales, entre ellos India.
La obsesión europea por cerrar las fallas…