La posición de Scholz no es fácil. Por un lado, no parece que Vladímir Putin vaya a detenerse hasta que logre sus objetivos militares (algo imposible a corto plazo) o la presión internacional toque de verdad el pilar energético. El think tank Bruegel calcula que cada día Rusia recibe 450 millones de euros en concepto de ventas de petróleo y otros 400 millones por el gas. Aunque parezca increíble, Moscú ha duplicado sus beneficios por la venta de combustibles fósiles desde que empezó la guerra debido a la subida de los precios.
Aunque cada día crece la mayoría de países europeos a favor de incluir el gas y el petróleo en las sanciones, hasta ahora el gobierno alemán se ha negado aduciendo que el corte de gas llevaría al país a una grave recesión. El país germano depende de Rusia para un tercio del total de su consumo energético (en…