Ucrania, Moldavia y Georgia han solicitado formalmente iniciar su adhesión a la Unión Europea. El movimiento, inesperado hace solo unas semanas, deriva de la gravísima transformación que se ha producido en la arquitectura de seguridad europea. La invasión rusa de Ucrania, defienden los peticionarios, debería forzar a la UE a dejar al margen consideraciones técnicas y abrir sus puertas a los nuevos miembros, si quiere estar a la altura del cambio de era que vivimos.
“Ampliación” ha sido durante años casi una palabra prohibida entre los círculos de poder de la UE. Sí, la llegada de nuevos miembros ha sido una poderosísima herramienta para influir en el exterior. Hay incluso quien considera la ampliación como el arma diplomática más poderosa a disposición de la UE. Desde la entrada de Croacia en 2013, sin embargo, no ha habido una perspectiva real de incorporar a nuevos miembros.
Los problemas de la ampliación…