Namibia, donde 1,4 millones sufren inseguridad alimentaria, declaró en mayo el estado de emergencia después de que lo hicieran Malaui, Zambia y Zimbabue. A los efectos climáticos de la corriente de El Niño, se suma la deuda externa. En 2023, un centenar de elefantes murieron en los parques nacionales de Zimbabue por la escasez de agua.
Los países africanos hoy gastan más en pagar sus intereses que en sanidad o educación. Según el Africa’s Development Bank, la deuda externa de sus 54 países suma unos 1,1 billones de dólares. En la región de mayor crecimiento demográfico, el aumento de la renta per cápita ha sido casi nulo (0,3%) en la última década.
Un reciente informe de la Universidad de Columbia y la Paris School of Economics advierte que, si no se reestructura pronto el pago de la deuda de una docena de países subsaharianos, los sucesivos defaults en cadena tendrán implicaciones catastróficas para el resto del mundo: más pobreza y nuevas oleadas de refugiados económicos hacia el Norte Global.
Nigeria destina el 30% de sus ingresos tributarios al pago los intereses de su deuda pública (40.000 millones de dólares) en un país con 220 millones de personas viviendo en la extrema pobreza. En agosto hubo disturbios callejeros violentos en Nigeria, Uganda (12.000 millones) y Kenia (35.000).
China en los últimos 20 años ha financiado un 20% de los nuevos proyectos de infraestructuras en África, convirtiéndose en el mayor acreedor de Nigeria (83%), Kenia (73%) y Uganda (72%). Hasta ahora, Pekín solo ha accedido a extender los vencimientos, pero sin recortes (haircuts) en el capital o los tipos originalmente pactados.
Pero el problema de fondo es estructural. Mientras el continente siga siendo básicamente un exportador de materias primas, no se vislumbran soluciones a los problemas del desempleo y subempleo….