INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1372

Un nuevo plan para Kyiv

Ucrania, sumida en una guerra existencial, sigue sin saber a qué atenerse en lo que respecta al apoyo que puede recibir de sus aliados occidentales. Rusia aprovecha las indecisiones y los incumplimientos de compromisos adquiridos de los aliados para abrir un nuevo frente en Járkov y prepararse para una ofensiva que puede ser definitiva.

Por una parte, como acaba de trascender en la reunión de los ministros de exteriores de la Alianza Atlántica, celebrada en Praga, Kyiv no va a recibir una invitación formal para convertirse en el 33º miembro de la OTAN con ocasión de la cumbre de Washington que, en julio, conmemorará el 75º aniversario de su creación. De inmediato, y a modo de compensación, se le hace saber a través de su secretario general, Jens Stoltenberg, que el camino de Ucrania hasta llegar a ese punto es “irreversible”. Un ejemplo más del ejercicio de ambigüedad que trata de combinar los mensajes de apoyo con las precauciones para no soliviantar en exceso a Moscú, que podría provocar una escalada global indeseable.

Del mismo modo, tras haberse demorado en la entrega de ayuda económica y militar hasta el punto de llevar a Ucrania al límite de sus capacidades tanto económicas como demográficas e industriales, ahora se acumulan las decisiones de diferentes gobiernos anunciando la entrega inmediata de nuevos paquetes. Así hay que entender el anuncio estadounidense de unos 61.000 millones de dólares, el plan (todavía no aprobado) de la OTAN para dedicar un total de 100.000 millones de euros en los próximos cinco años a sostener la resistencia ucraniana, o los paquetes que diversos gobiernos europeos están anunciando.

En este marco encaja la firma de un memorándum entre España y Ucrania, que no solo incluye una aportación de material militar estimado en más de 1.100 millones de euros (cuando la ayuda prestada desde el inicio de la invasión rusa apenas supera los 300 millones), sino que también contempla la cooperación en el terreno industrial de la defensa.

En paralelo, va cobrando vida la posibilidad de que las fuerzas armadas ucranianas puedan emplear el material que le suministran sus aliados para atacar objetivos…

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