En la cumbre del G20 en Nueva Delhi, su anfitrión, el primer ministro Narendra Modi, excluyó a Justin Trudeau de su ronda de entrevistas con los mandatarios asistentes. El primer ministro canadiense tampoco asistió a la cena de gala que Modi ofreció a sus invitados, entre ellos Joe Biden. Era explicable.
Unas semanas antes, Jody Thomas, asesora de seguridad nacional de Trudeau, y David Vigneault, jefe de los servicios de inteligencia (SCRS), viajaron a la capital para entregar a sus contrapartes indios pruebas que implicaban a sus agentes en el asesinato en junio de Hardeep Singh Nijjar, presidente del gurdwara (templo sij) de Surrey (British Columbia).
Surrey, un suburbio de Vancouver, alberga la mayor comunidad sij de Canadá, de unas 800.000 personas. En la cumbre, Trudeau aprovechó un breve encuentro con Modi para insistirle sobre el asunto. No sirvió de nada. Al final, frustrado por las evasivas indias, el 18…