Más de 100 días después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania, las llamadas a la paz se intensifican, en un intento por poner fin a una tragedia que ya ha costado decenas de miles de muertos y heridos, más de 15 millones de personas forzosamente desplazadas y la destrucción total de buena parte de la zona oriental del país. Sin embargo, el análisis somero de lo que ocurre en el campo de batalla y de las declaraciones de sus principales protagonistas políticos no invita a la esperanza.
En el terreno militar, ninguno de los contendientes tiene la victoria al alcance de la mano. Por una parte, Rusia no ha logrado derribar a Volodímir Zelenski para colocar en su lugar a una marioneta subordinada a sus deseos de hacer desaparecer Ucrania como Estado soberano, ni tampoco ha conseguido controlar la totalidad del Donbás. Es cierto que mantiene el dominio…