INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1326

Turquía: ¿Nueva política exterior?

Ankara debe moderar su actitud ante la creciente incomodidad que genera en los intereses de Washington y Bruselas, sus socios y aliados. Aunque ni la experiencia ni los planteamientos, desde que Recep Tayyip Erdogan dirige el país, apuntan en esa dirección.

En cuanto a Estados Unidos, la evolución nacionalista y eurasianista dominante entre los fieles a Erdogan ha llevado a intensificar el esfuerzo para evitar la subordinación a los designios de Washington, y solo su inferioridad económica y tecnológica explican que los lazos bilaterales no se hayan debilitado aún más. Un buen ejemplo es la expulsión de Ankara del programa de diseño y fabricación del avión F-35 como represalia por la compra turca de sistemas antiaéreos rusos S-400. Ahora, cuando Turquía, sumida de nuevo en una grave crisis económica, ve que es insostenible su proyecto de fabricación del caza de quinta generación, Kaan, si solo puede dotar a sus propias fuerzas aéreas con unos 100 aparatos, vuelve forzosamente la vista a Washington en busca de unos F-16 modernos que considera imprescindibles para afrontar las amenazas de algunos países vecinos.

Pero la resistencia del Congreso estadounidense a facilitar esa transferencia de material…

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