Pocas veces en la reciente historia electoral de Egipto ha tenido menos importancia la información oficial sobre el porcentaje de votos recibido por el vencedor y el de participación. Ya de antemano era sobradamente conocido que Al Sisi iba a revalidar por tercera vez su mandato como presidente –un cargo que ocupa desde que encabezó un golpe de Estado en junio de 2013, revalidado por su primera victoria electoral en junio de 2014–, lo que le permite garantizar su puesto hasta 2030. Por otro lado, en el actual clima político egipcio, la fiabilidad de la Autoridad Electoral Nacional ha caído a mínimos históricos, en el marco de una dictadura que no tiene reparos en maquillar lo que los 67 millones de egipcios llamados a las urnas (sobre una población total de 105 millones) hayan querido expresar a lo largo de los tres días de jornada electoral en las 27 provincias…
INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 1350
Tercer mandato de Al Sisi
En un clima de apatía ciudadana ante la falta de alternativas y el férreo control político y mediático, Abdelfatah al Sisi ha revalidado por tercera vez su mandato. Ello, a pesar de la grave crisis que atraviesa el país y que tiene su origen, entre otros, en el control de la economía por parte de los militares.
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