INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1268

Rusia-Ucrania: Conmoción y pavor hasta la rendición

La relación de fuerzas, muy favorable a Moscú, no le garantiza sin embargo la victoria. De ahí que las fuerzas armadas rusas hayan comenzado una nueva fase de la invasión, mucho más destructiva, con la que buscan imponer su dictado sin miramientos.

Fue Estados Unidos el que, buscando resultados inmediatos en Irak en 2003, le puso nombre –“conmoción y pavor”–, pero Vladímir Putin ha demostrado ser un aventajado alumno desde sus comienzos en la segunda guerra de Chechenia (1999-2009). Ahora, cuando su plan A –control territorial del Donbás y derribo de Volodímir Zelenski en una guerra relámpago– no le ha salido como pensaba, Putin vuelve a las andadas, sin que ningún impedimento legal o ético parezca capaz de detenerlo.

La doctrina busca aplastar al país atacado hasta lograr su rendición total empleando una fuerza abrumadora. Para ello resulta fundamental masacrar de manera indiscriminada a la población civil, en abierto desprecio al Derecho Internacional Humanitario, haciéndole sentir que cualquier resistencia está condenada al fracaso.

Además de seguir tratando de derrotar a quien se le opone en el campo de batalla, esto incluye destruir las infraestructuras físicas que permiten el desarrollo de la vida…

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