INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1378

Reparto de cargas y responsabilidades en Washington

Pensada en su día para conmemorar los 75 años de su creación, la Cumbre de la OTAN celebrada en Washington entre los pasados días 9 y 11 ha terminado convertida en un escaparate público que ha vuelto a poner a prueba al presidente y candidato Joe Biden. El temor a un Trump aislacionista ha sobrevolado la reunión.

Los representantes de los otros 31 aliados han podido aprovechar la ocasión para comprobar en persona si el presidente estadounidense está tan mal como demostró en su primer debate televisivo con Donald Trump. Por extensión, también para calibrar si es posible confiar en Estados Unidos como garante de la seguridad de los aliados europeos, ante un probable regreso del candidato republicano a la Casa Blanca. Lapsus a parte, la convocatoria ha podido ser aprovechada para tratar otros temas.

En primer lugar, ha servido para revalidar su atractivo como marco euroatlántico de seguridad colectiva. Con Finlandia y Suecia convertidos en los dos últimos miembros de la Alianza Atlántica que, gracias a la agresividad mostrada por Vladimir Putin, ha vuelto al centro de la escena internacional haciendo olvidar el fiasco de Afganistán. Además, la OTAN reemerge como el instrumento más útil para contrarrestar el aventurerismo de Moscú, con Ucrania como principal –aunque no único– foco de atención. La Unión Europea, por otro lado, ahora reanuda su ciclo político con algunos nuevos perfiles al frente de las instituciones.

Así, mientras nada sustancial se sabe de la Brújula Estratégica y a la espera de ver lo que da de sí la nueva Estrategia Industrial de la Defensa, la Alianza acaba de renovar su apuesta por Ucrania. La OTAN ha aprobado no solo un nuevo compromiso de ayuda económica y militar –con 40.000 millones de dólares para el próximo año y la entrega de los aviones F-16–, también la creación de un nuevo marco institucional que sustituye al llamado Grupo de Ramstein, que hasta ahora lideraba Washington.

Con ello no solo se busca mejorar la ayuda a Kiev, asumiendo que el conflicto puede prolongarse más tiempo y que es preciso asegurar la transformación de las fuerzas armadas ucranias y su industria de defensa para el…

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