La cita entre ambos líderes, en la que se espera buena sintonía y un deseo compartido de mejorar las relaciones, será su primera reunión formal desde que Starmer haya sido elegido primer ministro tras las elecciones de julio pasado. El premier ha comenzado una luna de miel europea con encuentros bilaterales con el presidente Emmanuel Macron, el canciller Olaf Scholz y la primera ministra Giorgia Meloni, con el fin de reconstruir relaciones con el bloque.

Reino Unido abandonó la UE a principios de 2020, casi cuatro años después de que una exigua mayoría de los votantes británicos votaran a favor del divorcio. Starmer, quien se convirtió en parlamentario británico un año antes del referéndum, apoyó la permanencia, pero tras convertirse en líder de los laboristas adoptó un tono más ambiguo.

Al inicio, el líder británico era partidario de una segunda consulta, pero parte de su estrategia para llegar al gobierno ha pasado por aceptar el resultado y no abrir de nuevo un gran debate sobre una cuestión especialmente divisiva para los británicos, incluidos los laboristas. En las elecciones de julio, el candidato Starmer cogió con alfileres cualquier declaración sobre las posibilidades de un cambio sustancial en las relaciones entre su país y la UE.

Starmer pretende ahora “restablecer la relación con la UE y hacer que el Brexit funcione para el pueblo británico”, pero ¿en qué se traduce esta expresión? El premier está comprometido a mantener una relación comercial estable, pero distante con la UE, fuera de la unión aduanera y del mercado único, y evitar al mismo tiempo nuevas divergencias regulatorias.

En realidad, como recuerdan las voces más pro europeas dentro de su partido, este enfoque es primo hermano de la política puesta en marcha por el anterior primer ministro. Rishi Sunak, al poco de tomar…