Antes de la invasión rusa de Ucrania ya era evidente que Palestina había desaparecido de la agenda mediática y la política internacional. Con la llegada de Donald Trump en 2017 a la presidencia de Estados Unidos y los Acuerdos de Abraham de 2020, el conflicto en Oriente Próximo ha pasado a un oscuro segundo plano, sin que eso haya supuesto, en ningún caso, que esté hoy más cerca de una solución justa, global y duradera.
El abandono –incluido el de los propios países árabes– en el que han quedado los palestinos en su afán por cumplir el sueño histórico de contar con un Estado propio y desarrollar una vida digna se ha acrecentado. Dicho abandono y el silencio general están siendo aprovechados por los gobiernos israelíes, incluyendo el que ahora lidera Naftali Bennett, para seguir con su plan de normalización de relaciones con diferentes países árabes y, al mismo…