La anunciada retirada de la política de Rutte, el más veterano de los jefes de gobierno que se sientan en el Consejo Europeo –junto con Víktor Orbán– marcará el comienzo de un nuevo tiempo en la política de Países Bajos y dejará un espacio de influencia en la Unión Europa que difícilmente podrá mantener el nuevo primer ministro.
La chispa de la inmigración, espinoso asunto que ha afectado con especial intensidad las dinámicas políticas en Países Bajos durante la última década, hizo saltar por los aires el gobierno de Rutte. Con la convocatoria electoral para noviembre y su anuncio de retirarse de la política, termina la coalición de cuatro partidos liberal-conservadora encabezada por el VVD (partido del primer ministro), la cuarta formación de gobierno que ha comandado Rutte de forma consecutiva desde 2010.
Tras siete meses de disputas dentro del ejecutivo sobre una nueva regulación migratoria, Rutte decidió convocar elecciones…