En un reciente mitin en el Veteran’s day, Donald Trump prometió que cuando regrese a la Casa Blanca, “erradicará” a inmigrantes que están “envenenando la sangre de nuestro país”. Paul Krugman escribe en The New York Times que esa frase hubiese sonado mejor en el “alemán original de los años treinta”.

Unos días antes, Stephen Miller, que dirigió las políticas migratorias de Trump, dijo que la nueva administración ordenará deportaciones masivas que permitirán a “nuestros” trabajadores ganar más dinero y con mayores beneficios sociales. Según la Oficina de Estadísticas Laborales, desde 2007 la fuerza laboral ha aumentado unos 14,6 millones, 7,8 de ellos nacidos en el extranjero. Sin ellos y con el crecimiento demográfico más bajo de su historia, la tasa de desempleo (3,6%) no sería la más baja en medio siglo, recuerda Krugman. En otros países desarrollados la situación no es muy distinta.

En 2022, en Italia la…