Las previsiones actuales apuntan a unos resultados bastante ajustados para las presidenciales del próximo año. Opositores y analistas políticos mexicanos llevan tiempo advirtiendo de que López Obrador pretende maniobrar legislativamente para favorecer la victoria de su sucesor, que bien podría ser la exalcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que en los sondeos parte con considerable ventaja para ser elegida el 6 de septiembre como “coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación”. Es decir, la candidata del oficialismo.
El presidente no oculta su preferencia por Sheinbaum, que incluso imita su acento tabasqueño pese a que es “chilanga” (capitalina). El cargo del que renunció en junio para postularse a la presidencia goza de prominencia nacional, al gobernar al 7% de los 126 millones de mexicanos, que generan el 15% del PIB. Durante su mandato como alcaldesa de la capital, los homicidios se han reducido casi a la mitad,…