El colapso del Gran Lago Salado en Utah (Estados Unidos) –que con sus antiguos 4.400 kilómetros cuadrados era el sexto más grande de EEUU tras los cinco Grandes Lagos (Superior, Míchigan, Hurón, Erie y Ontario)– más la desaparición del embalse chileno de Peñuelas, principal fuente de agua de Valparaíso, del lago boliviano Poopó y del mar de Aral entre Kazajstán y Uzbekistán muestran que el cambio climático ya no es un problema de futuras generaciones.
El Gran Lago Salado ha perdido ya dos terceras partes de su superficie, aumentando la salinidad a unos extremos que anticipan el fin de la flora y la fauna, con tormentas de polvo tóxico cuando el viento disperse los sedimentos del lecho lacustre. La vecina ciudad de Salt Lake City –de 2,5 millones de habitantes, el 75% de la población de Utah– es la zona urbana de mayor crecimiento demográfico del país. La ciudad consume…