De momento se estima que son más de 300.000 las personas de nacionalidad afgana las que han sido forzadas a volver a Afganistán, de un total de 1,7 millones que están en situación irregular al no contar con ningún permiso administrativo de Islamabad para regularizar su presencia ni ninguna cobertura de ACNUR como refugiadas. El potencial desestabilizador de este flujo de población en ambos países y las condiciones que cabe adivinar para quienes retornen a un país en manos de los talibanes dibujan un inquietante panorama a caballo de la Línea Durand, frontera impuesta en su día por Londres y no reconocida por la comunidad pastún, mayoritaria en Afganistán y con sólida y prolongada presencia en Pakistán.
Los motivos que han llevado al gobierno de Islamabad a decretar la expulsión de todos los indocumentados tiene su origen en 1979. La invasión soviética llevó a unos 4,4 millones de afganos (la…