Pocas dudas caben de que Marruecos busca la hegemonía regional en el Magreb, frente a una Argelia que pretende lo mismo. Ambos países tratan de aprovechar a su favor cualquier circunstancia para tomar ventaja en la rivalidad que mantienen casi desde su arranque como Estados soberanos. Y aunque en potencia es Argel quien cuenta con más bazas desde la perspectiva económica y militar, en los últimos tiempos es Rabat el que parece sumar más puntos. En este contexto, el aumento de las relaciones marroquíes con Israel cobra singular importancia.
En Marruecos se localiza hoy la mayor comunidad judía en el norte de África –estimada en unas 3.000 personas– y se calcula que al menos unos 700.000 israelíes son descendientes de judíos marroquíes. Esto explica en buena medida la existencia de unas relaciones que en una primera etapa se mantuvieron en un plano de invisibilidad formal, desarrolladas con discreción y en…