Desde su independencia, Marruecos ha dejado claro su afán por liderar el Magreb y por ampliar las fronteras que le otorgaron en 1956, aspirando a integrar bajo su bandera el Sáhara Occidental, Mauritania y partes relevantes de Argelia y Malí (además de las posesiones españolas en la zona). Por su parte, Argelia tampoco se ha quedado atrás en su aspiración de liderazgo regional, una vez conseguida su independencia de Francia en 1962. Fruto de este choque de intereses y de un nacionalismo exacerbado que tiende a presentar al vecino como un enemigo, las relaciones entre ambos países han estado trufadas de conflictos (guerra de las arenas, 1963), cierre de fronteras terrestres (desde 1994 hasta hoy) y ruptura de relaciones (1975, 1988 y ahora, desde el 24 de agosto). Las repercusiones de los reiterados desencuentros afectan, entre otros, a España e Israel.
Como es habitual en estos casos, cada uno de…