El primer año del tercer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva comenzó con una asonada golpista fracasada en Brasilia y terminó con Brasil sustituyendo a Canadá como la novena economía del mundo (2,12 billones de dólares, 9.000 millones más que el PIB canadiense) y la aprobación de una reforma tributaria que gobiernos de todo signo político buscaban desde hace 40 años.
En 2023 las estrellas parecieron alinearse para que Lula culminara su resurrección política con el crecimiento económico: 3,2%, cuatro veces mayor que las expectativas de principios de año, que preveían un 0,8%. En abril, el FMI pronosticó que Brasil alcanzaría la 10ª posición en 2023 y la 9ª en 2025.
Así, el gigante suramericano –y único miembro de la región de los BRICS+ después de que Argentina declinara su invitación–, ya juega en las grandes ligas del “Top 10”, que integran ahora, según el FMI, Estados Unidos, China,…