Casi un mes después del accidente de ferrocarril más grave en la historia de Grecia, con decenas de víctimas, sus repercusiones, siguen sacudiendo la política nacional. Las huelgas y protestas se suceden, mientras el ejecutivo del primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, está crecientemente presionado en vísperas de unas elecciones generales donde los sondeos apuntan a un mal resultado de su partido, el conservador Nueva Democracia.
La noche del 28 de febrero, un convoy de pasajeros chocó con un tren de mercancías en la ruta entre Atenas y Tesalónica, dejando casi 60 muertos. El responsable de las vías ha sido acusado de homicidio, mientras que altos cargos del ministerio de Transportes, incluido el titular de la cartera, dimitían al poco de producirse el accidente. A pesar de ello, el malestar continúa sacudiendo las calles de Grecia, sobre todo en Atenas y Tesalónica, donde han llegado a juntarse miles de personas. Mitsotakis trata…