En España ha resurgido con fuerza el nombre de Blackstone, como ocurre habitualmente durante las crisis. Se trata del mayor casero de España. Posee más de 30.000 millones de euros invertidos en inmuebles de todo el país, sobre todo en grandes ciudades. Su gran entrada se produjo durante la crisis de Lehman Brothers, aprovechando los precios “de derribo” pagados en España por la vivienda y también su fuerza financiera para adquirir pisos de protección oficial en Madrid. Con la salida de la crisis y el aumento de los precios del alquiler, el fondo indexado siguió comprando inmuebles, ya que ofrecían una gran rentabilidad. En la última semana ha vuelto a ser noticia, pero esta vez porque ha decidido no renovar los alquileres y poner su cartera en venta ante la posibilidad de que aumenten las regulaciones en el sector, como la de 2019, que amplió los plazos de los arrendamientos.
Las gestoras de fondos se han convertido en el gran poder mundial que descansa detrás de muchas compañías y sostienen la deuda de los grandes Estados. El motivo es que el ahorro, antes canalizado hacia la inversión productiva (formación de capital), se ha redirigido en las últimas décadas a la…