Según cifras oficiales, 2024 marcó un nuevo récord de caída de natalidad en Cuba. Solo nacieron 71.374 niños, 19.075 menos que en 2023. El año pasado, en cambio, vinieron al mundo 142.171 dominicanos. El cubano es el caso más extremo de un fenómeno generalizado en la región, la tercera con menor tasa de natalidad (1,8 hijos por mujer en edad fértil), solo por detrás de América del Norte (1,6) y Europa (1,5). Asia está en 1,9 y África en 4,1.
En 2020, vivían en la isla mayor de las Antillas unos 11 millones. Hoy son unos nueve, casi un tercio mayores de 60 años tras un éxodo masivo de la antes llamada “perla del Caribe”. Entre esos nueve millones se incluyen un millón de dirigentes políticos, funcionarios y militares y 1,5 millones de menores de 15 años, con lo que la población económicamente activa no supera los tres millones.
Según las proyecciones de la Cepal, hacia finales de siglo más del 30% de los latinoamericanos tendrán 65 años o más. A Europa le tomó 56 años (1963-2019) pasar del 10% al 20%. La región llegará al 20% en 2055, en la mitad de tiempo. Y con una renta per cápita un 50% inferior a la de la media de la OCDE.
Uruguay, Chile, Costa Rica y Jamaica están hoy en torno al 1,3, un umbral que Italia y España cruzaron hace 30 años. Entre 2013 y 2022, en ocho países que representan los dos tercios de la población regional, cayeron entre 10% y 34%.
La celeridad del proceso no tiene precedentes a escala global. En 1950 la tasa de natalidad regional media era 5,8. Desde 2002 Brasil está por debajo de 2,0. Entre 2010 y 2020 su población solo creció un 0,52% al año, la mitad que la década anterior…