En la reciente reunión del Shangri-La Dialogue en Singapur, principal foro de seguridad asiática, el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, saludó al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, pero se negó a reunirse con él. Las causas de la frialdad del encuentro eran conocidas por todos. En 2018, Donald Trump sancionó al departamento del Ejército Popular encargado de comprar armamento –y dirigido por Li– así como a Rosoboronexport, la mayor exportadora rusa de armas, por la adquisición de cazas Su-35 y el sistema de misiles SW-400. Joe Biden no ha levantado esas sanciones pese a que Pekín le advirtió que mientras estuviesen vigentes, Li no volvería a ser interlocutor de sus funcionarios.
Según el Center for Economic and Policy Research de Washington, el 27% de los países del mundo, que suman el 29% del PIB global, sufre algún tipo de sanción, en su mayoría provenientes…