El 29 de noviembre estaba prevista una reunión en El Cairo de las delegaciones estadounidense y rusa para poner en marcha el proceso que, idealmente, debe conducir a un nuevo acuerdo de reducción de armas nucleares estratégicas, en sustitución del START III o Nuevo START. Al final, Moscú decidió no enviar a sus delegados a la cita, alegando que no se daban las condiciones para acordar ni siquiera el orden del día.
El START III, firmado en abril de 2010 por Barack Obama y Dmitri Medvédev, está prorrogado por un periodo de cinco años que empezó a contar desde el pasado 4 de febrero, tras la decisión adoptada al inicio de su mandato por Joe Biden, corrigiendo a su predecesor al abrir la posibilidad de continuar la senda del desarme nuclear. Ese acuerdo bilateral no es solo importante por su contenido –limita el número de cabezas desplegadas por…