El menguante caudal del río Colorado después de casi 20 años de sequías, las más severas y prolongadas en 1.200 años, ha obligado a los siete Estados que albergan su cuenca –California, Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming– a plantearse reducir un 30% las cuotas de agua que reciben del río, siguiendo las recomendaciones de la agencia federal que controla las presas y grandes reservorios de agua de los 50 Estados.
Las posiciones de seis de los Estados son diametralmente opuestas a las de California, que no quiere cambiar una sola línea de un acuerdo interestatal de 1922, cuando los mayores consumidores de agua eran rancheros y agricultores, no megalópolis como Los Ángeles o complejos agroindustriales como Imperial Valley, que absorbe tanto agua como toda Arizona. Según el senador demócrata por Arizona, Greg Stanton, Washington tendrá que dirimir el asunto porque las posiciones de los Estados son…