El hecho de que Joe Biden haya sido el primer presidente desde Gerald Ford que no ha anunciado ninguna iniciativa de paz para Oriente Próximo ni centrado su agenda global en la región, parece poner de manifiesto su escaso interés en competir por el premio Nobel de la Paz, sobre todo si ello significa invertir capital político en resolver un conflicto –el palestino-israelí– en el que han fracasado sucesivos presidentes desde los tiempos de Harry Truman, que en 1948 reconoció la independencia del Estado judío.

En 2014, la guerra de Gaza duró aún dos semanas más después de la visita a Israel del entonces secretario de Estado, John Kerry, en un inútil intento por detener las hostilidades que causaron 2.251 muertes palestinas en 50 días. Según The New York Times, antes del viaje del secretario de Estado, Antony Blinken a El Cairo, Jerusalén, Ramala y Amán para reforzar el último…