INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR  >   NÚMERO 1215

Estados Unidos: Biden esboza su política exterior

Al elegir el departamento de Estado –y no el Pentágono y la CIA, como hizo Donald Trump– para pronunciar su primer discurso sobre política exterior, Joe Biden quiso dejar claro desde el principio su compromiso con el multilateralismo y sus diferencias con su antecesor en un campo que, según dijo, es hoy una extensión de la política interna, porque el éxito internacional de una nación depende de su fortaleza en casa.

Su auditorio diplomático fue también un acto de desagravio. Como escriben en Política Exterior el nuevo director de la CIA, William Burns, y la embajadora ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, los cuatro años de incesantes ataques de Trump y varias décadas de “abandono, parálisis política y deriva organizativa han desvencijado la diplomacia” de la superpotencia.

Biden comenzó diciendo que EEUU debe seguir liderando el mundo en su resistencia contra el autoritarismo que encarnan Rusia y China, pero sin que ello obstruya la colaboración bilateral ante amenazas comunes como la pandemia y el cambio climático. Pero tan importante –o más– fue lo que no dijo o solo insinuó entre líneas. Su silencio sobre China revela, por ejemplo, que su equipo necesitará unos meses para diseñar una hoja de ruta sobre las relaciones con Pekín, limitándose por ahora a señalar que serán “en extremo competitivas”.

Las declaraciones del secretario de Estado, Antony Blinken, sobre el “genocidio” chino contra la minoría uigur en Xinjiang y el envío del destructor John McCain al estrecho de Taiwán, han sido las primeras señales de que Washington no va a hacer concesiones mientras se prepara para una larga rivalidad, un “maratón de superpotencias” que bien podría durar…

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