La gratitud y la pulsión por el sueño europeo son difíciles de disimular entre los países candidatos. “Millones de ucranianos, y de hecho generaciones de nuestro pueblo, están alcanzando su sueño europeo. Ucrania está regresando a Europa, donde ha pertenecido durante siglos, como un miembro de pleno derecho de la comunidad europea”, ha dicho el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, también ha afirmado: “convertirse en miembro de la UE es nuestro camino hacia la paz, la prosperidad y una vida mejor para todos los ciudadanos.”

Si bien el arranque de las negociaciones es un hito importante, se avecina un complicado proceso de adhesión que durará quizás décadas. Ucrania y la vecina Moldavia solicitaron unirse a la UE en 2022, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzara su invasión a gran escala de Ucrania. Aunque los casos son distintos, no conviene olvidar que las conversaciones de adhesión de Turquía se prolongaron casi dos décadas sin resultado.

La teoría indica que los países candidatos deben alinear sus leyes y estándares con los de la UE en 35 áreas, desde la libre circulación de mercancías, la pesca, la fiscalidad, la energía y el medioambiente hasta los derechos judiciales y la seguridad. Además, los candidatos han de tener capacidad administrativa para aplicar y cumplir el Derecho de la UE y deben ser países democráticos y economías de mercado

A las reformas que realicen los candidatos se debe sumar el acuerdo unánime de los 27 países miembros para abrir o cerrar capítulos, lo que brinda una amplia oportunidad para que los gobiernos de la UE exijan más trabajo o retrasen los procedimientos. Obviamente, el procedimiento esta cargado de intereses.

El auge de los partidos extremistas y populistas en el Parlamento Europeo podría amenazar los planes…