El giro dado por el gobierno español en relación con el Sáhara Occidental sigue provocando ondas sísmicas que ahora sacuden Argelia. El alineamiento de España con las pretensiones soberanistas de Marruecos sobre lo que denomina “las provincias del Sur”, al considerar que su propuesta autonomista es la opción “más realista, más seria y más creíble”, generó ya una primera conmoción en clave interna, al dejar al partido socialista sin ningún apoyo parlamentario y a la opinión pública española (en su mayoría prosaharaui) descolocada. Las explicaciones dadas por el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, tampoco sirvieron para calmar la inquietud sobre un asunto que, en otra muestra de deficiente gestión diplomática española y desconsideración por parte de Rabat, se hizo público con la filtración parcial por parte del gobierno marroquí de una carta que Mohamed VI recibió el 14 de marzo desde Madrid.
Aunque la embajadora marroquí ha vuelto a…