A la espera de que se confirme si a partir del 1 de diciembre el satélite Malligyong-1 funciona adecuadamente, todo parece indicar que, tras los dos intentos fallidos, en mayo y agosto, los técnicos norcoreanos de la Administración Nacional de Tecnología Aeroespacial han logrado resolver los problemas del cohete Chollima-1, basado en los Hwasong-15 y 17. Si así fuera, Corea del Norte contaría a partir de ahora con un cohete mucho más avanzado que los citados Hwasong, fruto de desarrollos moscovitas. Obtiene una mayor capacidad de directa aplicación militar para mejorar e incrementar su arsenal de misiles balísticos intercontinentales. Se constataría así que Pyongyang ha vuelto a despreciar las sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que llevan años imponiéndole sanciones por empeñarse en ese esfuerzo desestabilizador.
Por otra parte, con el Malligyong-1 podrá realizar una observación directa de los despliegues militares tanto de Corea del Sur y…