A pesar de las promesas de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en Glasgow (COP26), nadie en la comunidad internacional se llama a engaño sobre lo difícil que va a ser reducir las emisiones de gases de carbono en los plazos previstos por el Acuerdo de París de 2015. Desde hace 30 años, la Conferencia de las Partes se celebra una detrás de otra sin que las emisiones hayan dejado de aumentar.
China, el mayor emisor del mundo, ha prometido descarbonizar su economía para 2060, pero por ahora ha aumentado la producción a sus mayores niveles en un lustro –357 millones de toneladas en octubre– para evitar apagones y racionamientos eléctricos. México, por su parte, no ha cumplido su compromiso de 2015 en la capital francesa de elevar sus objetivos de reducción de emisiones, lo que pronto le convertirá en el segundo emisor de América Latina y el 16…