La urgencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y cumplir con las metas del Acuerdo de París –limitar a 1,5 grados centígrados el calentamiento global para 2030 y a cero las emisiones de carbono para 2050– está acelerando la búsqueda de fuentes de energía no convencionales. Se trata de un esfuerzo en esencia tecnológico que se va a desplegar en las últimas fronteras de la industria extractiva: los mares y océanos del planeta.
Desde 1970, la población mundial solo se ha duplicado, mientras que el volumen de minerales que se extrae del subsuelo se ha triplicado, tendencia que se mantendrá en las próximas décadas. Las energías alternativas, por su parte, rondan el 14% del total que consume el mundo. Para reducir el 86% restante, es necesario aumentar las fuentes renovables: solar, eólica, geotérmica y la de las mareas, cuya energía cinética es tal que los expertos la…