En las últimas semanas dos fondos inmobiliarios no cotizados (REIT) estadounidenses invertidos en oficinas han empezado a reportar problemas por las demandas de reembolso de sus inversores. Se trata de Starwood y Breit (producto comercializado por Blackstone).
El mercado de las oficinas y los locales comerciales ya ha dejado atrás su cénit, los inversores ya lo han asumido. Pero lo más preocupante es que la caída está siendo más prolongada de lo esperado. Hay tres causas principales. La más importante es la duración de los tipos de interés altos en Estados Unidos, que encarece la deuda asumida por estos fondos para financiar sus inversiones. La inflación está siendo persistentemente alta en EEUU, lo que impide que la Reserva Federal pueda empezar a bajar los tipos de interés. Además, las tensiones en el mercado laboral siguen elevando los salarios, lo que sigue calentando los precios.
El dinamismo de la economía estadounidense no está llegando al sector inmobiliario comercial, ya que la demanda se dirige a otros sectores. Las dos causas restantes son, en primer lugar, que el teletrabajo está limitando el crecimiento de la demanda de oficinas. Y, en segundo lugar, el consumo de los hogares se está concentrando en servicios y no tanto en bienes, estos últimos también están siendo adquiridos por plataformas de comercio electrónico, por lo que muchas tiendas y centros comerciales no viven su mejor momento.
La suma de estos tres factores ha frenado el precio de los inmuebles y a los inversores. La última encuesta de Bank of America a gestores de fondos muestra que están ponderando a la baja su exposición al sector inmobiliario comercial y están concentrándose en acciones de empresas de consumo, bonos y efectivo (ante la acumulación de riesgos financieros). Son estas retiradas de dinero las que empiezan a generar dificultades en…