La Organización Marítima Internacional estima que cada segundo se arrojan más de 200 kilos de plástico a mares y océanos, el equivalente a 2.000 camiones de basura. A escala global, cada año se producen unas 400 millones de toneladas métricas de residuos plásticos. Solo EEUU genera 42 millones, es decir, 130 kilos per cápita anuales, según la National Academy of Sciences.
Entre 1950 y 2021 se produjeron 11.000 millones de toneladas métricas de plástico virgen, un peso similar al de 110.000 portaviones del tipo del USS Gerald Ford. De todo ese plástico, solo 2.000 millones de toneladas siguen en uso. El resto (8.700) son residuos que en un 71% fueron a vertederos o al medioambiente, el 12% se recicló y el 17% se incineró.
A ese ritmo, de aquí a 2050 aumentarán un 60% y terminarán en la nieve que cae en Siberia, en las fosas de las Islas Marianas, y aumentara su concentración en las cadenas alimenticias… Un 40% de la superficie marina está ya semicubierta por cúmulos de residuos que giran en remolinos en el Índico, el Pacífico y el Atlántico.
El llamado “garbage patch State”, que se arma y desarma al compás de las mareas, es ya casi tan grande como Rusia. Por no hablar del que se está formando alrededor de nuestra órbita: con la llamada “basura espacial” compuesta de otros materiales. En 1907, Leo Baekeland –creador del primer plástico sintético, la bakelita– dijo que su invento había creado “un cuarto reino” natural tras el mineral, vegetal y animal, pero más duradero, indeformable, abundante y barato.
Una botella de tereftalato de polietileno (PET), de las que se venden 20.000 cada segundo, tarda 450 años en degradarse. Según la ONU, desde 1950 se han generado 8.500 millones de toneladas métricas de residuos, más de la mitad desde…