Pese a que las elecciones han permitido reeditar la gran coalición de populares, socialdemócratas y liberales que pilota la UE, el primer intento de los líderes en repartir los nuevos cargos terminó en fracaso. Una nueva reunión para abordar el tema tendrá lugar el 27 y 28 de junio.
El principal puesto en el reparto es la presidencia de la Comisión. La actual presidenta, la alemana Ursula von der Leyen, aspira a la reelección y tiene buenas probabilidades para repetir el mandato por otros cinco años. Los partidos cristianodemócratas (PPE) siguen siendo el mayor grupo del nuevo Parlamento y, reclaman, como es lógico, la presidencia del embrión de ejecutivo europeo.
Curiosamente, una de las voces que más han dado por hecho su reelección es de otra familia política, pero de la misma nacionalidad. El canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha sido claro. “El hecho de que la plataforma política que hasta ahora ha apoyado a la presidenta en el Parlamento vuelva a tener mayoría significa, creo, que será posible encontrar rápidamente una solución sensata”, declaró en Bruselas.
Primero, la actual presidenta necesita ganar el apoyo de una mayoría cualificada de los 27 líderes de la UE en la mesa del Consejo Europeo. Después, deberá asegurar al menos 376 votos de los 751 miembros del Parlamento Europeo para confirmar la elección de los líderes durante una votación posterior en el Parlamento.
En teoría, los votos en la Eurocámara suman. Entre populares, socialdemócratas y liberales, alcanzan los 400 representantes, es decir, la alianza que podría apoyar a la presidenta tiene un cierto margen. Sin embargo, la política no suele ser tan exacta como las matemáticas, sobre todo si tenemos en cuenta que el voto en el Parlamento Europeo será secreto.
La petición del Partido Popular Europeo de aspirar a…