Durante la campaña electoral, la candidata González había prometido recuperar el legado de Rafael Correa (2007-2017), cuyos años de mandato se beneficiaron de la bonanza petrolera y los créditos de bancos estatales chinos, unos 18.000 millones de dólares que siguen pesando como una losa sobre las cuentas públicas.
Pero ante la disyuntiva entre el correísmo, que tiene un piso inamovible del 30% del voto, y el anticorreísmo, los ecuatorianos se decantaron al final por el heredero de una de una fortuna que Forbes valora en 1.000 millones de dólares y cuyos únicos antecedentes políticos son haber sido congresista en la última legislatura y las cinco campañas presidenciales de su padre, Álvaro Noboa.
Con un déficit fiscal del 4% y un crecimiento previsto del 1,5% para este año y del 0,8% en 2024, Noboa va a tener solo 18 meses de gobierno, hasta completar el periodo de Guillermo Lasso, que…
INFORME SEMANAL DE POLÍTICA EXTERIOR > NÚMERO 1342
Ecuador no regresa al pasado
Entre correísmo y anticorreísmo, los ecuatorianos han dado la victoria al joven empresario Daniel Noboa (52,2%) frente a la izquierdista Luisa González (47,7%). Una nueva muestra de que la llamada ‘marea rosa 2.0’ era menos avasalladora de lo que parecía en 2021, cuando tenía el viento a favor.
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