La escalada de los precios en los países desarrollados ha multiplicado el malestar social y ha disparado la preocupación de gobiernos y bancos centrales. Las previsiones de una rápida moderación durante la primavera ya se han esfumado y los hogares temen que este escenario sea duradero. Aunque la inflación sigue sin dar un respiro, la luz aparece ya sin embargo al final del túnel. Hay varios argumentos para esperar una rápida moderación del IPC, aunque siempre con el riesgo de que un recrudecimiento de la guerra en Ucrania lo trastoque todo.
El más importante es que los precios de las materias primas energéticas se han estabilizado en las últimas semanas. Durante abril y lo que va de mayo, el precio del barril de Brent, petróleo de referencia en Europa, ha oscilado entre los 100 y los 110 dólares, claramente por debajo de los 130 que alcanzó al inicio de la…