Alemania es el país de la Unión Europea donde su implantación es más fuerte. El milagro verde alemán tiene nombre y apellidos. Hace ahora 10 años, Winfried Kretschmann inició su particular revolución en el Estado de Baden-Wurtemberg. Vencedor en las elecciones regionales de 2011, 2016 y previsiblemente en las del 14 de marzo –cuando se escribe este artículo no se han celebrado las votaciones–, el ministro presidente Kretschmann ha consolidado al partido verde como formación de gobierno, combinando una defensa del medio ambiente pragmática y una agenda económica centrada en las inversiones y el crecimiento.

Este político de 72 años, uno de los líderes verdes más influyentes del mundo –Baden-Wurtemberg, corazón industrial alemán, tiene 11 millones de habitantes– ha consensuado medio ambiente con una agenda de centro, capaz de atraer a las clases medias y a votantes moderados del ala izquierda y derecha. La región, sede de Daimler y Bosch, era considerada un bastión democristiano (CDU) hasta la llegada de Kretschmann en 2011. A pesar del tiempo transcurrido al frente del Land, goza de un 70% de popularidad.

Si revalida en las urnas, las repercusiones verdes en la política alemana pueden ser importantes. Durante este año se celebran elecciones en…