El abogado británico que el 15 de junio se convertirá en el nuevo fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, tendrá que enfrentarse al mayor desafío que ha tenido la única instancia permanente para juzgar casos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad desde que fue creada por el Estatuto de Roma de 1998, ratificado en 2002 y firmado por 123 países. La CPI, con sede en La Haya, es un organismo internacional independiente que tiene desde 2004 un acuerdo de cooperación con Naciones Unidas.
Khan, veterano en lides judiciales internacionales, deberá decidir si sigue adelante o no con las investigaciones que anunció el 2 de marzo su antecesora, la gambiana Fatou Bensouda, sobre crímenes de guerra cometidos en la franja de Gaza y el sur de Israel por Hamás y el ejército israelí (Tsahal) durante la operación Margen Protector, entre junio y julio de 2014.
El conflicto se cobró las vidas de 2.251 palestinos de la Franja, la mayoría civiles, y de 66 soldados y siete civiles israelíes, víctimas de cohetes lanzados por Hamás desde Gaza, donde se hacinan dos millones de palestinos en 361 kilómetros cuadrados. Por cada muerto israelí hubo 35 muertos palestinos….