En marzo de 2013, poco después de llegar como presidente al Zhongnanhai, el complejo pekinés que alberga la sede central del PCCh y del gobierno de la República Popular, Xi Jinping pronunció un discurso ante el Politburó en el que se comprometió a convertir China en una “superpotencia marítima”. A lo largo de la historia, recordó, las naciones más poderosas han sido las que han dominado los mares, y subrayó que de su poderío naval dependería la seguridad de China. Casi 10 años después, Xi ha hecho realidad el proyecto.

El gigante asiático tiene hoy la Armada y la flota mercante más grandes del mundo. Según estimaciones del Pentágono, entre 2015 y 2019 el tonelaje de los nuevos barcos que recibió la Armada china superó en un 50% el de los que se entregaron a la Marina de EEUU, que, sin embargo, conserva una considerable ventaja en potencia de fuego…