El sabotaje en el mar Báltico del gasoducto Nord Stream, en septiembre de 2022, fue una señal de advertencia de que, en la nueva guerra fría, océanos y mares vuelven a ser potenciales escenarios bélicos. Entre otras razones, por la vulnerabilidad que suponen para las cadenas de suministro globales y debido a las infraestructuras estratégicas que acogen, desde puertos a cables submarinos de fibra óptica. Un 90% de las mercancías del comercio mundial se transporta por vía marítima.
Desde 2020, China tiene la mayor armada del mundo, con 300 navíos, frente a los 296 de Estados Unidos. Según el Comando para el Indo-Pacífico del Pentágono, la armada china cuenta ya con un submarino nuclear y un destructor de 10.000 toneladas, y en 2030 dispondrá de cinco portaaviones, frente a los 11 actuales de EEUU. Estas fortalezas flotantes son la prueba tangible de la capacidad de una gran potencia para proyectar…