En la isla más grande de las Antillas, el Partido Comunista Cubano (PCC) exige los mayores sacrificios al pueblo para no dar su brazo a torcer ante el “imperio”, lo que se asemeja a la historia que Flavio Josefo narró en La guerra de los judíos: el asedio romano del año 74 d.C. a la fortaleza de Masada, último bastión de los rebeldes de la gran revuelta judía, que prefirieron suicidarse antes que rendirse.
La generación que hoy tiene el poder en La Habana –nacida después de 1959, como su actual líder, Miguel Díaz-Canel– ha demostrado su lealtad al legado de Fidel Castro y su hermano Raúl. La prueba fue el dispositivo de seguridad que movilizó el gobierno para impedir que el 15 de noviembre se repitieran las multitudinarias protestas del 11 de julio, que por su espontaneidad cogieron por sorpresa a sus dirigentes. Ese día los cubanos creyeron que…