El 24 de agosto, en su discurso del día de la independencia, Volodímir Zelenski reiteró que la recuperación de Crimea, que Rusia se anexionó en 2014 sin disparar un tiro, sigue siendo un objetivo primordial del esfuerzo bélico de Ucrania. Si hay algo que Vladímir Putin considera innegociable es la península del mar Negro, a la que llama la “tierra santa” rusa. Si la ataca, Kiev se enfrentará al “día del juicio final”, en palabras del expresidente Dmitri Medvédev.
Según el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ahora “la geografía es diferente”, por lo que las reivindicaciones territoriales rusas suman ya, además del Donbás, los oblasts de Jersón y Zaporiyia y otras zonas que podrían dejar a Ucrania sin litoral en el mar Negro, con consecuencias devastadoras para su economía y hasta para su viabilidad como Estado.
Para recuperar la iniciativa ene el campo de batalla, Kiev ha lanzado una…