En 2015, China señaló en su Estrategia de Seguridad que, junto al espacio exterior, el ciberespacio se había convertido en un nuevo ámbito de competencia estratégica entre los Estados. Mucho antes, a mediados de los años noventa, Estados Unidos, por entonces líder indiscutible en este terreno, ya había dejado clara su intención de mantener su dominio a toda costa ante cualquier posible competidor, consciente de la creciente relevancia de los planes de desarrollo emprendidos por aliados y rivales.
Los avances tecnológicos y, sobre todo, la implantación planetaria de internet han ido generando tantas oportunidades y beneficios como riesgos y amenazas para los Estados y sus ciudadanos. Consciente de que la información es poder, Washington apostó por controlarla; primero, en el contexto de la guerra fría, para hacer frente a la amenaza soviética; más tarde, como el exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden reveló en 2013, para controlar…