De las fases 1 y 2 de sus pruebas, los laboratorios Sinopharm y Sinovac publicaron detallados estudios y aspectos clave como respuestas inmunológicas y efectos secundarios en The Lancet y Science. Pero hasta ahora no han hecho lo mismo con datos de la fase 3, la más importante, a diferencia de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y el Instituto Gamaleya de Moscú.
Sin esa información, las autoridades sanitarias no pueden decidir con bases científicas sólidas si vacunar o no a determinados grupos vulnerables, como personas de mayor edad o mujeres embarazadas. Sinovac, por ejemplo, alega que su vacuna CoronaVac es 100% efectiva, pero investigadores brasileños la reducen al 50,4%, apenas sobre el mínimo del 50% que exige la OMS. Indonesia, Serbia y Chile, entre otros países, están inoculando masivamente vacunas chinas por su precio y disponibilidad.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó, por su parte, su “decepción” con el trato dispensado a la misión que llegó a Wuhan 14 meses después de detectarse el primer caso. Uno de sus miembros, el australiano Dominic Dwyer, dijo a Reuters que las autoridades chinas se habían negado a compartir datos básicos, contradiciendo la versión más amable del jefe del equipo, el…