En Brasil, como en otros países del Sur Global, la guerra en Ucrania ha impulsado un nuevo movimiento de no alineados, o al menos una versión renovada del movimiento nacido en 1955 en la conferencia de Bandung en Indonesia. Aquella fue la primera de ámbito mundial, aunque sin la participación de algunos países occidentales. Unos años más tarde, en 1961, se institucionalizó como el Movimiento NOAL, hoy con 120 miembros y 20 observadores.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su probable sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, que lidera algunas encuestas con más de 10 puntos, discrepan sobre casi todo, salvo aspectos sustanciales de la política exterior. Ambos defienden la “equidistancia” brasileña del bloque occidental y Rusia y la pertenencia del país a los BRICS, el grupo de potencias emergentes creado en 2009 integrado por Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica, que se sumó en 2011.
La postura…