A pesar de ser declarada actividad esencial durante el “gran confinamiento”, la banca sufrió los efectos colaterales de los estímulos de los bancos centrales. La política de tipos de interés cero se ha comido todo el margen de tipos de las entidades financieras que, además, han tenido que soportar una parte de la morosidad de las empresas por las dificultades económicas de la pandemia.
Sin embargo, el inesperado repunte de la inflación y la rápida recuperación económica han variado drásticamente la coyuntura para los bancos. No hay más que revisar sus cotizaciones en bolsa para constatar que algo ha cambiado. La capitalización de los grandes bancos europeos (EuroStoxx 600) se ha duplicado desde los mínimos de la crisis, y en el último mes ha subido más de un 10%. Esta alza ha llevado a las entidades del Viejo Continente a cotizar en máximos desde 2018.
En Estados Unidos,…